Los alimentos que comemos le dan a nuestros cuerpos la "información" y los materiales que necesitan para funcionar correctamente. Si no obtenemos la información correcta, nuestros procesos metabólicos sufren y nuestra salud disminuye.
Si recibimos demasiada comida, o alimentos que dan a nuestros cuerpos las instrucciones incorrectas, podemos tener sobrepeso, desnutrición y riesgo de desarrollar enfermedades y afecciones, como artritis , diabetes y enfermedades cardíacas.
La perspectiva de la medicina funcional
Un componente de la medicina funcional se centra en cómo la dieta afecta la salud y la función. Cuando los profesionales de la medicina funcional examinan el papel de la nutrición en las enfermedades crónicas, observan múltiples sistemas, como el sistema digestivo, el sistema inmunitario y el sistema de desintoxicación, debido a las interconexiones entre esos sistemas. Por ejemplo, debido a que el 80% del sistema inmunitario está contenido en el sistema gastrointestinal, los problemas de inmunidad de una persona podrían estar relacionados con una digestión defectuosa.
La medicina funcional sostiene que las enfermedades crónicas casi siempre están precedidas por un período de deterioro de la salud en uno o más de los sistemas del cuerpo. Por lo tanto, estos profesionales buscan identificar temprano los síntomas que indican una disfunción subyacente, que posiblemente conduzca a la enfermedad.
Una de las formas en que la medicina funcional busca abordar el deterioro de la salud es proporcionar los alimentos y nutrientes necesarios para restablecer la función. Esta es una intervención rentable y no invasiva que tiene como objetivo detener la progresión a la enfermedad.
Ejemplo de enfermedad cardiovascular
Al adoptar un enfoque nutricional para la salud y la enfermedad, es importante comprender que una enfermedad puede tener múltiples causas y una disfunción subyacente puede causar múltiples enfermedades. La enfermedad cardiovascular puede estar entre los ejemplos más claros de este concepto.
Los investigadores han demostrado que el desarrollo de enfermedades del corazón puede ser desencadenado por múltiples factores. Estos factores incluyen resistencia a la insulina, homocisteína elevada, estrés oxidativo, colesterol elevado, hipertensión, toxicidad por metales pesados, estrés e inflamación. Cada uno de estos factores puede verse influenciado por la nutrición y, a su vez, impactar nuestras necesidades nutricionales . Esto se aplica tanto a la prevención como al tratamiento de estos factores ( Libro de texto de medicina funcional ).
Por ejemplo, un estudio de 2007 muestra la importancia del equilibrio mineral óptimo y cómo una deficiencia en el equilibrio mineral puede contribuir al desarrollo de insuficiencia cardíaca congestiva ( Agentes cardiovasculares y hematológicos en química medicinal , 2007).
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